La ITV desfavorable puede darse por fallos considerados como graves en nuestro vehículo, pero también por la acumulación de varios fallos leves que sean suficientes como para considerar que, circulando el vehículo en tales circunstancias, pueda suponer un riesgo para la seguridad del conductor y de sus ocupantes, o bien del resto de usuarios de la vía. Así que, evidentemente, esos fallos necesitan su solución.